Impuesto de gases fluorados
El 1 de enero de 2014 entró en vigor la Ley 16/2013 sobre el Impuesto de Gases Fluorados. El nuevo impuesto está constituido por un coeficiente de 0,020 euros aplicable al GWP (potencial de calentamiento global) correspondiente a cada gas fluorado. La ley establece un periodo transitorio para los años 2014 y 2015, en el que los gases pagarán el 33% del impuesto el primer año y el 66% el segundo año, llegando al 100% de la tributación en 2016.
El nuevo tipo impositivo forma parte de la base imponible del IVA por ley (Directiva Europea existente). El impuesto carga al usuario final y el eslabón anterior de la cadena ejercen de recaudador. El usuario final, bien directamente o bien a través del instalador, al retirar producto de una instalación y destinarlo a gestión de residuos, puede solicitar la devolución o deducirse el impuesto de sus liquidaciones relativas al gas recuperado siempre que acredite haberlo entregado a un gestor de residuos y que se trata de gases por los que pagó impuesto previamente.
Todas las empresas que participan en el mercado de los gases fluorados de efecto invernadero deberán obtener, a través de la Agencia Tributaria, una tarjeta donde constará el código de actividad de los gases fluorados (CAF) que identifica su actividad dentro de este mercado y que deberán presentar obligatoriamente para poder disfrutar de cualquiera de las exenciones previstas en la Ley. Las empresas deberán haber solicitado su tarjeta CAF durante el mes de enero del 2014 y durante el proceso del trámite se les permitirá presentar en su lugar el resguardo de solicitud de la tarjeta CAF ante la oficina de Aduanas de su provincia.
La Agencia Tributaria ha publicado en su página web una recopilación con las preguntas más frecuentes surgidas a raíz de la aplicación de este impuesto, que se puede consultar aquí →
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